lunes, 1 de noviembre de 2010

29 años despues, primera entrada.


Bueno, van 29 años. Yo sé que no son 30, pero tampoco son 28, son 29 y es un numero bastante choto. No creo en el kabalah ni la numerología ni es por esto que digo que 29 es un numero choto. Recuerdo cuando era un inmundo púber y veía a los pibes de 29, al frente de bandas legendarias, al frente de publicaciones, organizando marchas, haciendo tele y cine… Wow, quien pudiese tener la edad y madures de ellos para poder hacer lo mismo, involucrarse y ser palabra autorizada en la concreción de proyectos y movidas que por aquel entonces, eran motivo del crecimiento de mi ansiedad por hacer “algo”. Los pibes grandes, ya tenían 29 o los habían pasado, uno quería ser como ellos, como los pibes grandes…
Por aquel entonces, en mis primeros pasos de la juventud, era todo muy difuso, la información no estaba a mano como lo está ahora en la red, íbamos a la feria anarko-punk de Congreso a buscar información y militar alguna idea era jodido, no por persecuciones como la de los 70s, sino, por que las cosas no estaban muy claras.   
Los 90s fueron un problema serio para las ideas, un problema muy serio. Si bien no existía un aparato represor violento como el que se llevaba a cabo en los 70s, en los 90s el germen de la fantasía del 1er mundo, del “Somos todos Winners” se comía la cabeza de la mayoría de, por aquel entonces, compañeros de secundaria y de la vida. Debatir una idea en clase, era motivo de burla, de exclusión. No seguir a los demás en sus nuevas costumbres era peor aún (Me acuerdo cuando se pusieron de moda los anteojos redondos y los pantalones bahianos, el conurbano parecía  un ejercito identificado por John Lennon y Hulk Hogan al mismo tiempo). La manada iba para un lado peligroso, no le importaba nada ni nadie. El estado estaba transformado en una gran ilusión y la mayoría de la juventud, sin rumbo político.
Está claro que en los 90s, una calcomanía de Oakley para la luneta del auto era mas codiciada que un poco de información  sobre la lucha globalofóbica en Europa, lucha que mucho tenia que ver con nosotros…
Hace unos días, casi llegando a estos 29, padre de una nena hermosa y pareja de una increíble mujer y compañera, fui testigo de una situación que me hizo correr el frío por la espalda como pocas veces.
El miércoles por la mañana, fallecía Nestor Kirchner y en casa no lo podíamos creer.
Automáticamente, algunos miedos relacionados con la inestabilidad constitucional me alarmaron sobre las dimensiones que podía llegar a tener este hecho y me fui con mi vecino a la histórica Plaza de Mayo a dar mi apoyo.
El sentimiento fue diferente al llegar a la Plaza, la tristeza presente durante el día por la muerte de la persona, se diluía rápido al ver la expresión de un pueblo y su juventud autoconvocada y emocionada ante lo sucedido.
Al llegar, ví una manifestación sincera, como nunca antes había visto, ví una juventud comprometida con la política, con un modelo, ví lo que siempre había querido ver, lo que añoraba en aquellos años de formación política.
Me encontré con una juventud numerosa y sincera, dando apoyo al modelo que le dijo no al ALCA, al FMI, al modelo que le dio derechos a los que no tenían, al modelo que no se arrodilló ante los aparatos de comunicación que obstruyeron el camino real hacia una real democracia durante años, pero principalmente, dando apoyo al modelo que volvió a crear ese interés necesario y constructivo, que todos deberíamos tener sobre la política.
Políticamente hablando, los 29 años me encontraron mejor que nunca. Con mis ideas sobre la mesa y echas realidad en gran parte. Hoy tengo un sentimiento grandioso sobre la juventud y sus ideas, también, sobre sus actos. Los 90s pasaron de largo, dejaron su marca y un aprendizaje único, los 90s me piden a gritos que nunca deje pasar la política de largo.
Hoy, como uno de esos “pibes grandes” que nombré al comenzar estas líneas, me veo comprometido desde otro lado. Los 29 me encuentran estudiando derecho 10 años después del momento donde todos creían que iba a hacerlo. Hace 10 años, estudiar derecho hubiese sido un terrible error para mi vida, hoy, con las ideas bien claras, la carrera me va a llevar a donde quiero ir, no a donde querían que vaya los demás.
¿En cuanto a la vida? ¿Qué puedo decir? Una hija hermosa, una Mujer asombrosa e inteligente, familia y amigos…

Pero eso no es para este blog, eso lo dejo para el día a día…




Hoy, en el primer día de mis 29 años y con estas lineas, dejo oficialmente inaugurado Palabras honestas y nudillos rotos

Invito a participar a los que lo deseen.

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